Rubíes: el poder y la pasión de las gemas rojas
Los rubíes son una de las piedras preciosas más valoradas y admiradas en el mundo de la joyería de lujo. Su color rojo intenso, su simbolismo milenario y su durabilidad excepcional han convertido al rubí natural en una gema deseada por reinas, coleccionistas y amantes de las joyas con historia y carácter.
¿Qué es un rubí?
El rubí es una variedad del mineral corindón, al igual que el zafiro. Su distintivo color rojo proviene del cromo presente en su composición. Cuanto más intensa y pura es la tonalidad, más valioso es el rubí. Las piedras con un tono rojo vivo y profundo, conocido como “sangre de pichón”, son las más apreciadas del mundo.
Además de su belleza, el rubí es una de las piedras más duras, con una puntuación de 9 en la escala de Mohs, lo que lo hace ideal para usar en anillos, collares, pulseras y pendientes de uso diario o para ocasiones especiales.
El significado del rubí
Desde la antigüedad, el rubí ha sido símbolo de pasión, amor, poder y protección. En muchas culturas, se creía que esta gema tenía propiedades mágicas, capaces de proteger al portador del mal y atraer la buena fortuna. También se asocia con la vitalidad, la fuerza interior y la valentía.
Hoy en día, los rubíes siguen siendo elegidos como regalos significativos, especialmente en aniversarios, compromisos y celebraciones importantes. Son una forma poderosa de expresar emociones profundas y duraderas.
Rubíes en la joyería contemporánea
Los rubíes naturales se integran cada vez más en el diseño de joyas de autor y colecciones contemporáneas. Combinados con oro blanco, amarillo o rosa, diamantes o piedras de contraste, los rubíes aportan un toque de sofisticación vibrante y color distintivo.
Las joyas con rubí destacan en anillos de compromiso, colgantes delicados, aretes elegantes y brazaletes que se convierten en piezas centrales de cualquier atuendo. Su riqueza cromática los hace ideales tanto para diseños clásicos como para propuestas más audaces y modernas.
Cómo cuidar un rubí
A pesar de su dureza, los rubíes requieren ciertos cuidados para conservar su brillo:
– Limpia las joyas con un paño suave y agua tibia con jabón neutro.
– Evita exponerlas a productos químicos fuertes o golpes directos.
– Guarda tus joyas con rubí en estuches individuales para evitar rayones.